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jueves, 4 de octubre de 2018

POR LAS SENDAS DEL CHE, JUAN OLIMPIO VALCÁRCEL LÓPEZ, EL NIÑO REVOLUCIONARIO.

En uno de mis viajes a Cuba, Denis, el hijo de mi prima Esther Valle Valcárcel me acompañó hasta en monolito que erigieron en memoria de nuestro familiar Juan Olimpo Valcárcel que siendo niño ayudó al Ché buscando medicinas para los soldados que cruzaban aquella zona con el propósito de adentrarse en la abrupta sierra. Juan iba por los pueblos de los alrededores de Venezuela de Ciego de Ávila buscando ayuda para la Columna del Che "Ciro Redondo". Además le regaló al Che una mula que era como un tesoro para el mal vivir de su paupérrima familia.
Un coche oficial enviado por el Comandante Ernesto Guevara, el Che para recoger a Juan Olimpio Valcárcel con el propósito de enviarlo al Hospital de La Habana, hoy Hermanos Almejeida a fin de ser diagnosticado y tratado por medio de prótesis ortopédica o tratamiento ya que en realidad nunca había sido tratado por un médico y quizás la enfermedad de su pierna la cual le producía cojera, pudiera tratarse de "comejón en los huesos" o poliomielitis. Con la mala fortuna que por aquellos días llovió copiosamente y en un tramo del trayecto el vehículo debía de pasar por unas tablas a modo de puente que cruzaba en tiempo de torrentes y debido a las lluvias tropicales, el coche resbaló y el caudal anegó el vehículo con Juan, su madre fallecieron, y el chófer logró salir con vida.
Transcribí el texto de la placa conmemorativa que dice así: - JUAN OLIMPIO VALCÁRCEL LÓPEZ
Nació el 12-06-1945, niño aún ayuda al Che en su paso por nuestro territorio. Fallece el 2-03-1959 en accidente mientras cumplía orden de traslado hacía la capital.
Fue ascendido post mortem al grado de 1º teniente del Ejercito Rebelde y sepultado como oficial caído en combate. Eterno ejemplo del niño revolucionario.

COMISIÓN DE MONUMENTOS.

Antonio Valcárcel Domínguez
Mis viajes a Cuba.

El 14 de febrero de 1959 El Negro fue designado jefe de la Policía Nacional Revolucionaria en Ciego de Ávila. Desempeñaba estas funciones cuando su historia se entrecruzó con la Tin Varcárcel y el Che. En la fortaleza de La Cabaña, cuartel general de las huestes del Che Guevara, dormir era un lujo. A pesar de la vorágine de trabajo el Comandante recuerdó la promesa que le hizo a Tin.
«El 5 de marzo llegó un radiograma firmado por el Che. Me ordenaba que enviara a Tin a La Cabaña. Fui al Quince y Medio a cumplir enseguida con este mandato. Llegué y le informé a María, la madre del muchacho y a Nazario, el padrastro, la encomienda. Este le dio el dinero que tenía, 18 pesos, ellos eran muy pobres. La alegría saltaba en los ojitos vivarachos de Tin. Los traje para la casa de Silvia Meso, dirigente del Movimiento 26 de Julio, quien les entregó 10 pesos más para el viaje.
«Me faltaba encontrar a la persona que llevara a Tin. Me acordé entonces de un combatiente de Sancti Spíritus o Villa Clara que había venido a recoger
un carro que se le rompió al capitán Jesús Suárez Gayol77 , pero ya estaba arreglado. Hablé con este compañero, pidiéndole que entregara personalmente a Tin al Che. Y se fueron.
«Los cogió la noche en el camino. No pasaron unas horas cuando nos dieron la fatídica noticia. En el asiento de atrás Tin y su mamá dormían. El chofer iba cansado y no conocía que a la entrada del puente del río Jatibonico del Norte, cerca de Mayajigua, era necesario subir por dos tablones. El carro se desplazaba muy rápido, cuando una goma hizo contacto con la zanja explotó y el vehículo se precipitó hacia las aguas crecidas
.
«El chofer logró salir, pero Tin y María quedaron atrapados. El trágico suceso causó un dolor indescriptible entre los avileños. Casi a la hora del sepelio recibí otro radiograma del Che. Esta vez me ordenaba que se ascendiera póstumamente a Tin al grado de primer teniente muerto en campaña y que se le rindieran los honores correspondientes a un oficial rebelde en reconocimiento a los servicios prestados a la Columna Ocho Ciro Redondo durante los días más difíciles de la invasión. Así se hizo. Fue triste el final de esta historia en la que se demostró que el Che era un hombre de palabra, que cumplía lo prometido.
Por José Antonio Quintana, escritor y periodista, un amigo cubano que conoció a Juan Olimpo Valcárcel López.

En la foto: En la foto: Alfredo "Figurín" Valcárcel Fernández padre de JUAN OLIMPIO VALCARCEL y, Administrador de la Finca dos amigos, vivía con su hermano, Pepe Valcárcel Fernández.La finca estaba próxima a JAGÜEYAL. Hijos de Eliseo Valcárcel, natural de La Mogaínza, Montederramo-Ourense.

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